FAQ

Preguntas frecuentes

La Quiropráctica funciona porque nuestro organismo tiene una capacidad innata de autocuración, bajo el control del sistema nervioso.

Millones de órdenes viajan desde el cerebro bajando por la médula espinal y dirigiéndose a todos los órganos y tejidos. Señales que regresan al cerebro, y confirman si su cuerpo está funcionando correctamente. El movimiento o posición impropia de las vértebras, interfiere con este intercambio vital al irritar los nervios y puede comprometer la función de los órganos y tejidos afectados. Ajustes vertebrales específicos podrían ayudar a mejorar la comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Esta comunicación es absolutamente necesaria para mantener y potenciar la Salud.

Un ajuste quiropráctico consiste en la aplicación de una fuerza suave y precisa en una dirección específica a una vértebra que ha perdido su movimiento y/o posición correcta. Hay distintas formas de ajustar la columna, manualmente es la más característica pero también existen gran variedad de instrumentos precisos y camillas con un sistema diseñado especialmente para ello. Todos los ajustes son adaptados a la edad, estado de salud de la columna, tono muscular y características del paciente y conllevan el mismo propósito: corregir las subluxaciones vertebrales.

El Quiromasaje consiste en técnicas de masajes de relajación o descontracturantes. Puede ser muy agradable, relajante y un buen medio para ayudar a recuperarte tras actividad física intensa. En algunos casos el trabajar sobre una contractura puede ser contraproducente sin un previo diagnóstico funcional, para el que dicho profesional no está cualificado. El quiromasaje no es una titulación universitaria y la formación para obtener el título oscila en la mayor parte de los casos entre 50 y 100 horas sin requerir formación previa. Aunque la terminología es parecida no tiene nada que ver con la quiropráctica.

 

La Osteopatía es una profesión sanitaria nacida en Reino Unido. Ambas profesiones comparten desde sus orígenes varias similitudes como el no utilizar fármacos ni cirugías para sus tratamientos y el buscar el origen funcional de la patología. En España no existe la Osteopatía como carrera universitaria. El principal problema para el paciente es que bajo un mismo nombre de osteópata encontrará profesionales que hayan realizado una formación universitaria en el extranjero a tiempo completo durante 5 años, otros que hayan realizado un máster o postgrado de osteopatía en una escuela de fisioterapia –cuya duración puede variar entre 2 a 5 años normalmente en un fin de semana al mes-, y otros que lamentablemente hayan obtenido el diploma de osteopatía en escuelas sin acreditación universitaria con todas las carencias implícitas en su formación.

 

En la Quiropráctica no encontramos esa diversidad en la formación de base ya que todo quiropráctico debe haber realizado un mínimo de 5 años a tiempo completo en un centro universitario para obtener el título de Doctor en Quiropráctica. Dicha formación debe ser acreditada por el European Council on Chiropractic Education (ECCE).

Hay muchos pacientes que se acercan a la consulta con miedo de que le puedan causar un daño  en la columna o en la medula con un ajuste. Incluso muchos han oído historias o alguien incluido algunos profesionales sanitarios con falta de formación al respecto- que les ha dicho que no les toquen la columna.

 

Bueno, para su tranquilidad debe saber que la Quiropráctica es una profesión segura en ese aspecto. En un artículo publicado en la prestigiosa revista Spine con 19722 y más de 50000 ajustes cervicales se encontraron 0 efectos adversos.

 

En otro artículo del European Spine Journal del 2008 se hizo un estudio durante 9 años valorando la relación entre infarto vértebro-basilar y cuidados quiroprácticos. La conclusión del mismo fue que no hay mayor riesgo de que este se produzca por un cuidado quiropráctico que por un cuidado médico. De hecho el riesgo es el mismo que al realizar un simple examen sobre el rango de movimiento cervical.

Tu columna está en buenas manos.

Un buen historial clínico es clave para formular hipótesis y tener un buen diagnóstico diferencial antes de pasar al examen físico. Todas las preguntas que formulamos al paciente nos dan una idea de qué puede estar causando o manteniendo el desequilibrio. Cuanta más información tengamos, mejor.  Cualquier cosa puede sanar cualquier cosa. Un estrés emocional, desequilibrio bioquímico, problemas dentales, traumatismos, intervenciones…pueden ser la causa o motivo de perpetuación de cualquier problema que tengas y lo más común es que dónde esté el síntoma no esté el problema.

Cada nervio espinal inerva diferentes músculos pero también lleva la información sensorial visceral. Una disfunción visceral puede tanto derivar en un dolor referido a distancia, como en una disfunción muscular específica. Dicha disfunción puede ser  causante del  dolor y verse agravada por cualquier acción mecánica pero ello no implica que el problema primario, sea mecánico y por ello la corrección estructural no te conllevará mejorías o bien estas no serán duraderas hasta que no se trate el problema visceral primario. Se trata de buscar el problema o disfunción prioritaria y corregirlo.

La duración del tratamiento, al igual que su frecuencia, depende de múltiples factores: la cronicidad del problema, si es sólo funcional o coexisten lesiones degenerativas u otras patologías, el estado del sistema digestivo, el estado del sistema inmune, respiratorio, endocrino, límbico (emocional)…Precisamente lo que nos diferencia es el enfoque holístico, tenemos en cuenta y examinamos la integridad funcional de todos esos sistemas y asesoramos al paciente para mejorar de modo integral su salud.

 

Para hacer una corrección estructural, necesitamos ajustar un número de veces, sino no vamos a conseguir que el cuerpo se adapte a la nueva posición de la vértebra. De la misma manera que para potenciar el sistema nervioso. Un único ajuste no suele ser suficiente para hacer una corregir un problema que lleva mucho tiempo en nuestro cuerpo.

 

La mayoría de nuestros pacientes obtienen mejorías significativas durante el primer mes de tratamiento, que puede suponer de 2 a 8 visitas. Afortunadamente nuestro sistema nervioso es muy plástico pero también muy único, no hay dos sistemas iguales y es difícil generalizar.

 

¿Qué va influir en tu recuperación? Tu implicación y  ganas de corregir malos hábitos. La calidad de su comida, nivel de hidratación, nivel de actividad física y su actitud mental tiene un fuerte impacto en su salud y  van a influir en el tiempo de recuperación.

 

Por último, comentar que ningún tratamiento funcional tiene una fecha de finalización si realmente te interesa cuidar tu salud. Una vez disminuyen o desaparecen las quejas le indicaremos cuál es la mejor frecuencia para seguir mejorando o mantener su estado de

salud. En la mayoría de pacientes esto supone una visita cada mes, cada dos meses o trimestral.