El embarazo es uno de los momentos de mayores cambios en un plazo corto de tiempo. La forma en que las gestantes se adaptan a esos cambios va a determinar como vivan el embarazo.
La prioridad del cuerpo por mantener el equilibrio y bienestar va a modificarse para nutrir y mantener el desarrollo del bebé que se está formando.
Multitud de cambios hormonales, emocionales, y estructurales ocurren simultáneamente.
El embarazo es un reto para el cuerpo de la mujer. La curvatura inferior de la columna, la lordosis lumbar llega a aumentar un 60%, en una embarazada en posición bípeda.
Katherine Whitcome, investigadora del departamento de Antropología de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) indica: “El cuerpo debe cambiar de manera drástica para acomodar al bebé, y estos cambios afectan tanto a la estabilidad como a la postura de la mujer. Por ello, el hecho de que la mujer presente un refuerzo y una mayor curvatura en la parte lumbar de su columna es clave a la hora de mantener una actividad normal durante el embarazo».
La quiropráctica, con técnicas específicas y adaptadas a la mujer embarazada, apoya el cambio de posición de la columna y da espacio al útero donde se aloja el bebé.
Además se encarga de las molestias habituales en el embarazo, como dolor lumbar, ciática, problemas respiratorios, o dolor costal, reflujo gastro-esófagico u otros que pudieran aparecer.